Novela romántica

Te espero en el fin del mundo

No conocía a Andrea Longarela, pero vi tanto esta novela por las redes sociales que sentí la necesidad de hacerme con ella. Como todo lo que había leído tanto del libro como de su autora era positivo, mientras me llegaba mi ejemplar decidí disfrutar el audiolibro de Siete citas para Valentina. Me enganchó la forma en la que Andrea cuenta la historia y en cuanto tuve en mis manos Te espero en el fin del mundo, me puse con el.

A día de hoy puedo decir que Te espero en el fin del mundo se ha convertido en uno de mis libros favoritos. De esos libros con mil pósit de colores a los que volver porque es bonito recordar frases tan maravillosas.

Violet y Levi se conocen desde niños. Él sueña con crear un hogar. Ella, con escapar del suyo. Son mejores amigos, siempre están el uno para el otro y, cuando empiezan a crecer, se dan cuenta de que sus sentimientos también lo hacen. Intensos. Inseparables. Únicos. Pero Levi desea echar raíces entre montañas mientras que Violet quiere volar muy alto y comerse el mundo. Es posible que no existan dos personas más imcompatibles que encajen mejor. Una cabaña abandonada, una colección de figuras de de madera y un amor de los que marcan toda una vida. El de Levi, el chico que hacía muchas preguntas, y el de Vi, la chica que tenía todas las respuestas. ¿Con quién te gustaría estar si supieras que mañana se acaba el mundo?

Muchacho, no sabes que se trata de la gran historia de tu vida hasta que te encuentras en su final. Un libro que comienza con una frase de ese calibre ya te ha enganchado en el primer renglón. Y esto es lo que me ocurrió a mí. Fue empezarlo y no poder parar hasta devorarlo. 557 páginas en las que te descubres con sentimientos encontrados; por un lado, quieres que acabe por el ansia de saber qué ocurre, pero por otro no deseas que se termine nunca.

Narrado a dos voces, la de Levi, protagonista masculino, y la de Vi, protagonista femenina, y con algunas páginas de información adicional la autora nos lleva desde la niñez de ambos, cuando se conocen, hasta veinte años después.

Una maravillosa historia que te hace reflexionar sobre la vida y la importancia de apostar por los sueños. La importancia de descubrirnos a través de la realización de aquello que deseamos. De la necesidad de vivir experiencias que pueden no ser tan bonitas como las dibujamos en la mente, pero que son las que irán forjando nuestra personalidad y surcando el camino de nuestro vagar por el mundo. Un camino marcado por las decidiones que tomamos a la largo de nuestra vida, unas veces acertadas y otras con finales catastróficos, pero al fin y al cabo tomadas desde el convencimiento de que hacemos lo correcto.

Siempre me ha fascinado la antigua leyenda del hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse sin importar el tiempo transcurrido, la lejanía o las adversidades a las que se hayan enfrentado. En esta historia ese hilo rojo casi puede percibirse a través de las palabras.

Levi y Vi son personajes fuertes en su interior aunque con grandes debilidades. Fieles a sus sentimientos. Anclados a sus sueños. Ella mucho más valiente, él mucho más conformista. Personajes inolvidables, de los que dejan huella. Quiero hacer mención a los personajes secundarios no tan importantes, pero con peso en la historia como el padre de Vi o los amigos y familia de Levi. La autora ha sabido darles un papel que influye bastante en la forma de ser y en las decisiones que toman los protagonistas. Vi me ha enamorado, fue una niña extraña para todos desde su niñez, nadie era consciente de lo que la rodeaba y de como siendo tan pequeña había sabido crearse su propio mundo en el que poder ser feliz. No siempre toma las mejores decisiones, pero es inevitable que las vivencias que desde tan pequeños nos moldean el carácter terminen, a veces, pasándonos factura en la edad adulta.

La pluma de la autora es impecable, elegante y cautivadora. Mi ejemplar, como ya he dicho antes, está entero marcado con pósit de frases maravillosas que no quiero olvidar y que he señalado para poder releer cuando me apetezca.

Si te apasionan, tanto como a mí, las historias de amor, esta es sin duda una buenísima elección.

«Somos un puñado de decisiones. Somos los pasos que damos y las elecciones que hacemos. Somos los caminos, las personas, los lugares que dejamos atrás y también a los que nos dirigimos».

«…las decisiones que tomamos no solo influyen en los demás para bien, sino que también puede joderles la vida».

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *